Realdad distorsionada

Veo a lo lejos una playa. Me dirijo hacia ella. Antes de llegar me siento un rato a descansar. Observo un cartel no muy distante y leo: “EXCEPTO CULOS AUTORIZADOS”.

No sé por qué pienso que será una playa nudista; pas de probleme, me desnudo y ya está. Pero caigo en la cuenta… ¿a quien le tengo que pedir la autorización de mi culo? Aún más, alguien que ni me conoce ni conozco, ¿va a autorizar mi culo?. Pienso que es un sin sentido. Mi culo sólo me lo autorizo yo, y nadie más. En fin, sigo hacia la playa un poco mosqueado por lo del cartel, pero cuando llego a él leo: “EXCEPTO VEHÍCULOS AUTORIZADOS”. Me tranquilizo. Desde donde estaba sentado, el tronco de un pino no me dejaba ver toda la realidad.

Fdo. Andrés Sierra