Dos personas deportistas. Una inclinación absoluta por empezar a escalar paredes verticales. La persona Alfa midió los riesgos en esa actividad y vió mucho porcentaje de tener un accidente, tal vez grave, incluso de morir.
Como también le gustaba el fútbol, optó por ese deporte, aunque volvió a medir el riesgo. Para Alfa era mucho todavía, no ya de morir, pero sí de poder tener una lesión grave en las piernas. Así que acabó jugando al futbolín.
La persona Beta también midió los riesgos de la escalada, con todas sus probabilidades, pero asumió el riesgo hacer lo que su alma le pedía; sino su vida iba a ser una ñoñería.
Fdo. András Sierra