Pulvis

De vez en cuando, la Naturaleza nos recuerda nuestra animalidad, como el esclavo qué, en la antigua Roma susurraba al triunfador “recuerda que eres humano”.

Somos una mota de polvo en el universo.

Todos los grandes logros humanos son nada.

Los reyes del universo se pueden volatilizar en un instante cósmico.

Todo es contingente.

Nada es definitivo, inmortal, divino.

De todas formas, ni aún así reflexionamos.

Y es que nuestro orgullo, falta de perspectiva y endiosamiento, es nuestra arma secreta.

Que no nos falte nunca.

Fdo. Enrique Gómez